Cómo hacer meditacion para dormir

1. Sentarse o acostarse en una postura cómoda.

La postura más común para la meditación es sentarse con las piernas cruzadas, la espalda recta y los hombros relajados. Sin embargo, puedes adoptar cualquier postura que te resulte cómoda. Lo importante es que estés cómodo y puedas mantenerte despierto. Si te sientes somnoliento, puedes intentar acostarte de lado o boca abajo.

2. Cerrar los ojos y relajar todo el cuerpo.

Para comenzar a relajar el cuerpo, es importante estar cómodo. Para ello, puedes sentarte o tumbarte en una postura que te resulte natural. No obstante, si te sientes más cómodo tumbado, es importante que no te quedes dormido. Si notas que te estás quedando dormido, cambia de postura o siéntate. También puedes poner un cojín debajo de la cabeza o las rodillas para que estés cómodo. Una vez que estés cómodo, cierra los ojos y comienza a concentrarte en tu respiración. Respira profundamente y lentamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Intenta hacer que tu respiración sea lo más tranquila y uniforme posible. Mientras respires, presta atención a cómo se siente el aire en tus pulmones y en tu cuerpo. Si te resulta difícil concentrarte en tu respiración, puedes contar las inhalaciones y las exhalaciones. Cuenta hasta cinco inhalaciones y luego comienza de nuevo. A medida que te vayas concentrando en tu respiración, notarás que tu cuerpo va quedándose más y más relajado. Si te distraes, vuelve a concentrarte en tu respiración. No te preocupes si te cuesta concentrarte, es normal. La práctica hace la perfección.

3. Aceptar los pensamientos y sonidos sin juzgarlos.

La aceptación es esencial para la meditación. Debes aceptar todos los pensamientos y sonidos sin juzgarlos. Esto puede ser difícil, pero es necesario para poder concentrarte en la meditación. Debes aceptar todo lo que sucede, sin embargo, no debes aferrarte a nada. Deja ir todo lo que sucede y solo observa. No trates de controlar nada, solo deja que las cosas sucedan.

4. Enfocarse en la respiración y notar cómo el cuerpo se relaja con cada exhalación.

Para enfocarse en la respiración, puedes concentrarte en la sensación de respirar en y fuera de tu cuerpo. Nota cómo se relaja tu cuerpo con cada exhalación. O puedes enfocarte en un punto en particular de tu cuerpo, como la nariz o el pecho, y concentrarte en la sensación de respirar hacia ese lugar. También puedes contar tu respiración, inhalando por la nariz mientras cuentas hasta cinco y luego exhalando por la boca mientras cuentas hasta diez. Repite este proceso hasta que te sientas relajado.

5. Si se despierta durante la noche, volver a enfocarse en la respiración y dejar que el cuerpo se relaje nuevamente.

La mayoría de las personas se despiertan varias veces durante la noche, pero generalmente no son conscientes de ello. Sin embargo, si te despiertas y no puedes volver a dormir, entonces puedes practicar la meditación para ayudarte a relajarte. Simplemente enfoca tu atención en tu respiración y deja que tu cuerpo se relaje. Puedes hacer esto durante unos minutos o incluso una hora, según lo necesites.